El último año ha sido diferente para mí, he logrado distanciarme de mi familia de sangre y tener una vida independiente a la de ellos; esto ha traído consigo días de total tranquilidad, de pereza, de lágrimas, de silencio... en pocas palabras he podido sentir en realidad, porque a la familia, a mi familia, le molesta la idea de que se me quiebre el alma y también que me desborde en alegría.
Hay días en donde caigo y me olvido, sin embargo, han sido más los días en donde puedo sonreír de forma sincera: en este estado me encuentro ahora que hay una problemática a nivel mundial. Debo confesar que al principio no me lo tomé en serio, incluso me reí de algunos titulares de noticias pensando en la ingenuidad de la gente, ahora solo me pregunto cuando acabará.
- No quiero que la cuarentena acabe: siento que es lo mejor que le ha podido pasar al planeta, una muestra de ello es como los diferentes ecosistemas están transformándose.
- Quiero que se acabe la cuarentena porque ahora que vivo de forma independiente debo asumir gastos. Quiero que se acabe la cuarentena porque lloro cada vez que me entero de un caso de violencia debido a que algunas personas viven con el agresor.
Día tras día pienso ventajas y desventajas de esta situación, a pesar de que a mí directamente no me ha afectado mucho, pues no he sentido miedo, angustia ni afán por volver a la rutina (de por sí me agrada no tener un horario, me gusta poder decidir mi día a día).
También he pensado, sobre todo ahora que escribo, que soy muy contradictoria, digo algo y luego me opongo, lo digo porque sí... me ha afectado, en este tiempo me he sentido muy nostálgica; ahora que no he podido ver a mi hermana me aterra no volverla a ver, literalmente se me va la vida si algo le sucede y no puedo verla. Siento un vacío en el vientre, siento que la necesito, siento que debo cuidarla, que debo estar para ella y que ningún dinero que pueda compartir se compara con verla. Solo espero que esté bien.
Siento que en lo general estoy bien, pues algo que me faltó mencionar pero que es de mucha relevancia es que vivo con mi compañera, preciso se mudó poco antes de que esto iniciara, entonces han sido días llenos de amor, comprensión, dedicación, pero también de ansiedad, de aprender a convivir y compartir espacios. Ella se ha convertido ahorita en mucho de mi diario vivir: con ella crezco, leo, escribo, cocino, lloro etc. Entonces, cuando estamos más distantes vuelve el vacío, quiero a mi hermana, quiero a mi madre, quiero protección, quiero imposibles y me hundo, caigo.
Hay un corto que me gusta mucho, se llama Un jour, creo que así me siento.