viernes, 15 de mayo de 2020

Diario 2


Llevo algunos días mal y eso me da miedo.
Estoy más aferrada a la nada que a un algo.

Me siento sola, tonta y torpe.
Estoy vacía, hueca y canso.

Me duele la cabeza, el hombro y la espalda.
Me cuesta respirar, llorar y reír.
Cuesta vivir y cuesta morir.

En estas últimas dos semanas me he llenado de angustia, algo me está pasando y ni siquiera lo entiendo. Siento mucho dolor, incluso en lugares donde nunca lo sentí. Algo me está quebrando, va saliendo y se sobrepone. Si es emocional o es corporal poco importa, esto me rompe por dentro y por fuera.

Pero, hay que mantener la compostura para la academia.
Pero, no importa porque debo entregar trabajos.
Pero, no importa porque debo no incomodar con mi sensibilidad.
Pero, debo seguir viviendo… aunque mi eje se pierde.



Pensaba leyendo a Haraway que de verdad debemos apostarle a una nueva objetividad y que debemos comprender que aún en los momentos de mayor llanto algo debe rescatarse ¿no? Debe haber alguna explicación. Desde esta postura podría escudarme y comprender que debido a mis múltiples particularidades y condiciones soy quien soy… O sino la única reflexión que me queda es que soy una inútil, que es a la conclusión a la que llego cada vez que me siento derrotada.

Pensaba en la autora porque en las instituciones siempre me he sentido menos, así en muchas ocasiones nadie me lo diga. Ya estoy adoctrinada. La vida, las instituciones y todo ha funcionado: inyectaron en mi lóbulo frontal la idea de que nunca voy a ser suficiente ni para nada, ni para nadie.

¿Horrible? Sí, lo es. Imposible no llorar asumiendo esto.

Por ello Haraway termina siendo algo de luz en todo esto, ella me concede una oportunidad de creer que no tengo que saberlo todo, ni ser como los hombres, ni conocer metódicamente como la ciencia ni nada de eso para proponer algo, para crear conocimiento y que este sea válido.
Sin embargo, es difícil ir hacia la luz cuando toda la vida se ha estado en la oscuridad, primero por el lugar en el que nací, después por el género, luego la orientación, luego…

Es difícil, pero Haraway deja la inquietud para empezar a deconstruir cositas…




2 comentarios:

  1. Hola angie, sin animo de sentirme "allanador" al comentar algo tan profundamente sensible como lo que acabas de escribir, te agradezco por ponerlo ahí, es muy diferente leerte academicamente a leerte de desde esta sensibilidad; eso me hace reconocerme un poco en esa sensación, reconocer que detrás de esos pensamientos objetivos que nos exige el ambito academico todos tenemos un detras de escenas, un cuerpo sin mascaras que a veces se nos exige ser escondido, te agradezco por poner estas palabras por que me parece que es un acto muy humano, y hablar de eso rompe con las logicas impuestas de mantener esa posicion "neutra" de la realidad. Estos dias he sentido algo muy raro publicando mis emociones al aire, sin ningun espectador de carne, eso es muy raro, no se si sientes eso tambien, pero solo quise ser en este momento el espectador de carne que convierte esos sentimientos en un dialogo quiza, o almenos se puede ver un reflejo claro de uno mismo y no es una conversación interminable con la pared.
    Saudos, te deseo un gran viaje al interior del mundo. :)

    ResponderBorrar
  2. Tienes razón René, así se siente esto de publicar un diario que muchas veces no tiene espectador. Te agradezco que leas, es un gesto ameno y en medio de todo esto genera algo de cercanía.
    No obstante, tampoco me inquieta mucho que nadie lea, al principio sí... me daba nervios. En un momento dejé de asumir que a alguien se tomaba el tiempo de leer.

    Mil gracias.

    También he leído las cosas que has publicado y me gustan mucho los vídeos que publicas con los títeres. Me alegra ver cómo mis compañerxs hacen cosas distintas e intentan crecer desde su saber y aportarle una sonrisa al mundo. Como que algo queda... algo enseña.

    ResponderBorrar