viernes, 10 de julio de 2020

Co-ponencia Jaqueline Sánchez


Como ya he mencionado anteriormente, me disculpo nuevamente por hacer estos comentarios tan fuera de lugar... tan alejados en el tiempo en que se llevó a cabo la discusión, mi proceso ha sido algo lento debido a dificultades y estoy adelantándome en el trabajo de mis compañeras. Por eso, aunque la discusión ya se dio, aquí estoy procurando dar cuenta de mi perspectiva y leyendo el esfuerzo de mi compañera. 

He leído y analizado un par de veces la ponencia y en cada ocasión he podido entender un poco más y mejor los conceptos, la forma, el fondo y la estructura tanto de la misma como del texto que nos convoca. Debo ser sincera en que me he visto perdida en algunos momentos y he necesitado enfocar aún más mi atención para llegar a comprender lo mejor posible los planteamientos… ha de ser por mi inseguridad al leer. Pero algo positivo es que al leer a mis compañerxs empiezo a tener mayor claridad, eso me pasó.
Al observar el conjunto de aportes que tanto las autoras mencionados por Braidotti como ella misma han hecho al crecimiento y al fortalecimiento de la identidad femenina (o por lo menos a pensarla) pienso que el mayor poder que tenemos para lograr una plena consciencia de lo femenino es la discusión, el análisis y el crecimiento conceptual que permiten este tipo de ejercicios académicos y/o filosóficos. Desde luego hay un conjunto de conocimientos y experiencias acerca de muchos temas que debemos manejar para llegar a un punto de equilibrio entre las dualidades permanentes en el ser, tanto interno como social, y así lograr el completo desarrollo humano. No sé si ese desarrollo vaya de la mano con la plurisexualidad pero ciertamente tendrá un componente sexual (a menos que el avance tecnológico y el post humanismo se deshagan de ese aspecto del ser).
En primer lugar quiero destacar que al observar los enfoques conceptuales tanto de las autoras citadas como de la propia Braidotti, no me enfoco en la diferencia o en la controversia que pretende dar más peso o veracidad a uno o a otro argumento, pues pienso que inclinarme por una sola propuesta implicaría, de alguna manera, renunciar a las otras y puesto que estudio para aprender y crecer en conocimiento es más acertado, para mí, tener una perspectiva ecléctica, complementaria más que comparativa.

En cuanto a la importancia que tiene el radicalismo de la sexualidad femenina planteado a partir de Wittig donde se habla de la necesidad de redefinir la sexualidad de la mujer sacándola del concepto tradicional y de la obligación social de lo que es ser mujer, para convertirla en «lesbiana» una definición que rompe con la imposición patriarcal sobre la sexualidad femenina y que la empodera desde la subjetividad no condicionada de sus deseos, pienso que aunque esta línea de pensamiento está enmarcada en la básica controversia de los deseos, gustos o preferencias sexuales de los individuos (no solo de las mujeres) y aunque entra en la esfera de la lucha por los derechos de las minorías (que a menudo terminan siendo etiquetadas y más excluidas), también es un importantísimo avance en el despertar de la conciencia de lo que implica lo femenino, pues hace notar que hay personas decididamente enfocadas en tocar y replantear este tipo de conceptos y derechos que, en el caso de las mujeres, suelen estar vetados y sobre los cuales hay poquísimos espacios para opinar, investigar o socializar.
En ese sentido, también me agrada y pienso que es complementaria, la propuesta menos radical y más profunda de Braidotti, quien plantea un cambio partiendo de la comprensión de las diferencias y de las iniquidades que hacen de las mujeres un grupo social subyugado por la dinámica patriarcal de la sociedad para llegar a lograr, con base en ese empoderamiento y en ese conocimiento, el tan necesario cambio social. Claro que no es tan simple, ya que hay muchos factores que influyen en ese proceso y las dimensiones que se requieren para abordarlo traspasan la linealidad de lo cotidiano. Me resulta muy interesante ver a lo largo de la ponencia como para lograr la definición de lo femenino de forma subjetiva y libre de imposiciones sociales se hace necesario tocar aspectos tanto del componente psicológico como del componente social.

En mi opinión el paso por cada área del conocimiento que se requiere para comprender este tema y la profundidad/delicadeza con que se debe tratar cada parte hacen que la construcción, la deconstrucción y la reconstrucción de la subjetividad femenina y de los paradigmas de la sociedad sean lo más importante de esta actividad.
Para concluir quiero felicitar a la ponente y agradecerle por permitirnos leer su importante aporte.

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